sábado, 18 de enero de 2014

Divagando, La casa del lago

A veces es tan común, percibir, cuando estas recién conociendo a alguien  , "es que siento que te conozco ya", Es una sensación que lógicamente no ocurre con todo el que te tropieces en la vida, pero sí, con un puñado de gente.

Conforme vamos creciendo lo añadimos a "lo natural" y se convierte en una costumbre que normalizamos y le quitamos el brillo de lo extraordinario de esta situación.

Por azar o por circunstancia incluimos a estos seres en nuestro camino, vamos andando con algunos, mientras otros: o nos van dejando, o los vamos dejando de ver, aunque la conexión persista

Viendo la película, "La casa del lago" y uniéndola con la teoría de cuerdas  màs mundos paralelos, que es lo que ocurre en esa historia, de luces, cámara, acción. y luego compararlo con esté, el mundo real, que tan alejada estaría esa situación, ok ,ok ninguna de las dos teoría son aún vistas como aprobada, como ocurre con la, relatividad.

Pero, si analizáramos nuestra vida y recordáramos esas personas con las que nos ha pasado esto de sentir que ya la habías conocido, si escarbáramos el cómo, el cuándo, el por qué, llegamos a encontrarnos y de ahí para atrás buscar y buscar, y si nos enteramos qué ¿realmente pasa lo mismo de la peli?

En el inconsciente colectivo, al tema planteado, le llaman DESTINO, algunos lo aceptan como dogma pero hay otros tantos que no conciben la idea de lo establecido como ley divina, abanderan ese pensamiento de somos constructores de nuestra vida, donde nosotros seriamos los formadores de nuestra existencia.

Un libro , una canción, una pintura, una carta o una película ellos son los que nos mueven las fichas de la vida, si realmente las viéramos en tiempo real, la teoría de cuerdas y el mundo paralelo seria nuestro cotidiano o llamale destino.

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